Precauciones para evitar enfermedades alimentarias
En este sentido, se recomienda:
- Lavarse las manos antes de las comidas o de
manipular alimentos.
- Tener especial cuidado con el agua y, si se
duda de su calidad, beberla siempre embotellada. De hecho, en este caso,
afirma que hay que utilizar agua embotellada incluso para lavarse los
dientes.
- No hay que beber de fuentes o pozos, ni
consumir hielo en las bebidas si no se tiene claro que el agua con el que
se han elaborado sea salubre.
- Lavar las frutas y las verduras con agua
potable.
- No consumir verduras sin cocinar, a no ser que
se esté seguro de que han sido lavadas con agua potable.
- Elegir aquellas frutas que podamos pelar y
evitar las que estén previamente peladas o troceadas.
- No tomar leche cruda ni consumir quesos
frescos sin pasteurizar.
- No consumir alimentos crudos o escasamente
cocinados, especialmente huevos. Lo aconsejable es cocinar los alimentos
por completo y conservarlos refrigerados hasta su consumo.
- En países con escasa higiene alimentaria, se
debe tener especial precaución con la exposición a moscas u otros insectos
que puedan contaminar el alimento.
- No se deben consumir alimentos en puestos
callejeros, a no ser que se esté seguro de su calidad. Hay que elegir
aquellos locales para comer que nos ofrezcan mayor seguridad en cuanto a
su calidad higiénica.
Todas estas medidas se deben extremar
en aquellas personas que son más vulnerables, como los niños, las embarazadas,
los ancianos o quienes tienen las defensas bajas.