miércoles, 6 de febrero de 2019


Pollo con pimientos

Ingredientes:
ü 4 pechugas de pollo deshuesadas, sin piel y adobadas a tu gusto
ü 1/4 taza de vinagre balsámico
ü 1/2 pimiento morrón verde[1], cortado en tiritas
ü 1/2 pimiento morrón rojo, cortado en tiritas
ü 1/2 pimiento morrón amarillo, cortado en tiritas
ü 1/4 taza de vino blanco seco[2] (vino de cocinar)
ü 1/2 cdta. de pimienta negra molida
ü 1 cdta. de sal
ü 1/2 cdta. de azúcar
ü 4 cdas. de jugo de limón


Procedimiento:
1.  Cocina el pollo a la parrilla hasta tenerlo bien cocido. Debe alcanzar los 165 grados Fahrenheit.
2.  Corta el pollo en tiritas y ponlo en un sartén con el resto de los ingredientes.
3.  Cocínalo durante varios minutos y sírvelo.


Notas: Si deseas puede usar un “wok”[3] para cocinar. Puedes asar el pollo con la piel, y retirarla cuando vayas a cortarlo o también puedes usar el que te haya sobrado de una parrillada.



[1] Los pimientos morrones son conocidos y encontrados en el mercado como, “bell peppers”.
[2] Si por casualidad te sobró algún vino blanco del que hayas tomado, puedes usarlo para esta receta.
[3] Sartén usado mucho en la cocina oriental.





Arroz con corned beef





Ingredientes
2 cdas. de aceite
1 lata de 12 onzas de corned beef
3 cdas. de sofrito
½ cdta. de ajo en polvo
1/4 cdta. de pimienta negra molida
3 tazas de agua
1/4 cdta. de sal
1 sobrecito de sazón con culantro y achiote
3 tazas de arroz grano mediano


Procedimiento
1.    En un caldero pon el aceite y cuando caliente, agrega el corned beef, el sofrito, el ajo en polvo y la pimienta. Desmenuza el corned beef y mezcla bien con los ingredientes anteriores, deja cocinar durante unos minutos.
2.    Agrega el agua con la sal y el sazón, mezcla y deja que hierva.
3.    Agrega el arroz y mezcla. Cocina en temperatura alta hasta que el grano haya absorbido el líquido.
4.    Baja la temperatura y cocina tapado hasta tener el grano tierno.
5.    Sirve acompañado de habichuelas guisadas, si deseas.

domingo, 3 de febrero de 2019


Conviértete en un comensal consciente


Cuanta más información manejes más sabias serán las decisiones que tomes.

La comida puede ser vida o puede ser muerte. Puede ayudarnos y curarnos, o bien, lastimarnos.
Diseña tu plato, elige siempre lo casero. Intenta que la mayor parte de tu ingesta se mantenga en niveles mínimos de comida procesada.

Cuando estés haciendo la compra de alimentos para tu familia, recuerda que si no debes comer algún alimento, tu familia tampoco. Entre más opciones tengas, más fácil será preparar una comida.

Si tienes alimentos tentadores en tu cocina para tu familia, usa recipientes opacos para guardarlos.
Haz una lista de los artículos esenciales que están a punto de acabarse.
Llevar los platones con la comida a la mesa, hace fácil servirse más.

Recuerda que adelgazar es una consecuencia, la verdadera meta es alcanzar una vida saludable.
Forma un círculo de amigos que deseen ser y mantenerse saludables.
Cuando sientas que estas por caer en la tentación, cambia de actividad.

Lo que es un desliz ocasional no significa que sea un fracaso.
Ve a las fiestas con la idea de socializar, no de comer.
Si vas a una fiesta e insistan en que comas, pide que te pongan un poco para llevar. Eso no significa que te lo tengas que comer, se lo puedes dar a un amigo o a un vecino.

Come solo hasta sentirte cómodo, no lleno.
Elogia la receta desde el principio. Si halagas al cocinero después de dar el primer bocado, no parecerá que te disgustó el platillo cuando rechaces una segunda porción después.

Haz un plan de comidas. Si sabes que tu tía se ofenderá si no pruebas su bizcocho de chocolate, planea tu comida. Sírvete porciones más pequeñas del plato principal para que tengas espacio y algunas calorías disponibles para el postre.
Prepara excusas, tales como: “quizá más tarde” o “estoy satisfecho ahora y no lo disfrutaría, esperaré un poco”.