sábado, 6 de agosto de 2016





La salmonella, una bacteria que se encuentra habitualmente en el intestino de las aves y de mamíferos sanos, y que en los principales alimentos en los que se puede encontrar están los huevos, la carne cruda de pollo, de pavo y de cerdo. Para sufrir salmonelosis, la enfermedad producida por la salmonella, basta con ingerir uno de estos alimentos contaminados, lo que provoca normalmente fiebre, dolor abdominal, vómitos y diarrea entre las 12 y 72 horas posteriores al consumo del alimento contaminado. Hay distintos grados de afección que, entre otras cosas, depende del estado de la persona, algunas se recuperan sin tratamiento y otras pueden tener necesidad de ser ingresadas y enfrentarse a serios problemas de salud.

Sin duda, lo mejor es tomar todas las precauciones necesarias para evitar la presencia de salmonella.

Consejos para prevenir la salmonelosis por consumo de huevo

·         Comprar huevos con la cáscara intacta y conservarlos en la nevera.

·         Respetar la fecha de consumo preferente.

·         No lavar los huevos para guardarlos, a lo sumo, lavarlos antes de utilizarlos.

·         No romper el huevo en el borde del plato en el que se va a batir.

·         No recoger un trozo de cáscara de huevo que ha caído en el plato con otro trozo de cáscara.

·         No separar yemas de claras utilizando las cáscaras.

·         Lavarse las manos con frecuencia cuando se estén manipulando huevos y se vayan a tocar otros alimentos y utensilios de cocina.

·         No utilizar ningún utensilio que haya tocado el huevo crudo para manipular o servir el huevo cocinado, en el formato que sea (platos, tenedores, espátulas, etc.).

·         Cocinar el huevo a una temperatura que alcance los 65-70º C.

·         Conservar en el frigorífico las comidas que contengan huevo (tortillas, salsas, natillas, huevos duros, etc.).

·         En el caso de hacer tortillas, cuajarlas bien en el centro y consumirlas recién hechas o mantenerlas refrigeradas hasta el momento de comer.

·         Elaborar salsas como la mayonesa con huevos pasteurizados, y si se usan huevos frescos, hacerlas justo antes de su consumo, después tirar las sobras. También se pueden hacer salsas sustituyendo el huevo crudo.

·         No proporcionar salsas con huevo crudo a las personas más susceptibles, como los niños pequeños, personas mayores, embarazadas, personas con problemas de inmunidad, entre otras.

·         Los establecimientos de hostelería están obligados a utilizar huevos pasteurizados si no van a cocinar completamente los alimentos.

Las uvas



Son dulces, jugosas y fáciles de comer, a casi todos nos gustan. Se clasifican por su uso (uvas comestibles o de mesa, uvas para hacer vino y procesar para jugo, uvas pasas y uvas para jalea, y por su color (blanca o negra). Las uvas blancas (verdes) van de un color amarillo-verdoso pálido a verde claro y las uvas negras (rojas) van de un rojo claro a morado oscuro.

Las uvas comestibles o de mesa son más dulces que las uvas agrias, ácidas para hacer vino. California es el productor de uvas más grande de E. U. Van muy bien acompañando las bandejas de quesos y jamones.

Cómo comprarlas

  • Selecciona racimos de uvas unidas firmemente a su tallo. Una florescencia de polvillo blanco en la superficie, indica frescura.
  • Las uvas negras no deben tener ni un tizne de color verde. Las uvas verdes con un tono amarillento son las más maduras y dulces.
  • Evita las uvas magulladas, blandas o con moho.
  • Quita y descarta todas las uvas pasadas o magulladas. Refrigéralas sin lavar en una bolsa plástica con cierre hasta por más de 1 semana.

Cómo prepararlas

  • Justo antes de servirlas, lava bien las uvas con agua fría y sécalas a golpecitos con una toalla de papel.
  • Corta las uvas por la mitad con un cuchillo para pelar o usa tijeras de cocina para separar los tallos de los racimos pequeños del racimo más grande.

Nutrición

  • Es una buena fuente de vitamina C y es baja en grasa y sodio.