Del mar a tu mesa
Uno de los alimentos que más abunda
en los mercados durante el verano es el pescado. Pero precisamente esa
abundancia puede ser causa de confusión: ¿qué pescado es mejor para asar? ¿Y
para freír? ¿Cómo guardarlo? Con algunas sugerencias, el pescado se convertirá
en tu 'fresco' aliado en estos calurosos días. Conócelo mejor.
Cómo comprarlo
Ya sea que lo compres en una
pescadería, o en el supermercado, fíjate que el mostrador esté limpio y no
tenga olor a amoníaco. El pescado debe estar colocado sobre mucha cantidad de
hielo, tener buen aspecto y oler bien. Otras cosas específicas en las que debes
fijarte son:
- Pescado entero: los ojos deben estar limpios y
brillantes y las agallas deben ser rosadas o rojas. La carne debe estar
firme, sin marcas ni manchas marrones. El pescado debe estar metido en
hielo o colocado encima de él.
- Filetes de pescado fresco: deben ser brillantes y no
estar descoloridos. Manchas de color rosa, gris o marrón indican que el
pescado no está en buen estado. La carne tiene que estar firme. Cuando se
venda en mercados, tiene que estar encima del hielo y no enterrado en él,
ya que esto provocará que se "queme".
- Pescado empaquetado: controla la fecha de vencimiento.
No lo compres si ya está vencido, aunque sea sólo por un día. Huele el
envoltorio. Si llegaras a detectar olor a pescado "pasado", no
lo compres.
- Pescado congelado: asegúrate de que no tenga cristales
de hielo ni manchas blancas, que indicarían que está "quemado"
por el frío. Todo pescado congelado debe estar bien envuelto. En general,
los pescados en bolsa tienen poco sabor porque se queman con el frío.
Debes descongelarlo lentamente en la nevera o prepararlo según las
indicaciones del envase.
Cómo guardarlo
Compra el pescado justo antes de
salir del supermercado. El pescado congelado debe guardarse inmediatamente en
el congelador.
Cómo prepararlo
El pescado está listo cuando se
vuelve opaco y se deshace fácilmente con un tenedor. Nunca pongas pescados
cocinados en la misma bandeja que usaste cuando estaban crudos. Según el tipo
de pescado, hay técnicas de preparación que van mejor que otras:
- Asados a la parrilla: coloca el pescado a una distancia
de 4 a 6 pulgadas (10 a 15 cm) de la fuente de calor. Dale la vuelta a la
mitad del tiempo de cocción. Cúbrelo con una marinada con base de aceite
para que conserve la humedad y rocía la parrilla con aceite aerosol
antiadherente. Los mejores pescados para asar son: bagre (siluro),
bacalao, mero, halibut, caballa (pejerrey), orange roughy, huachinango,
salmón, róbalo y tilapia.
- Al horno: hornea el pescado a una temperatura entre
350º y 425º F (177º - 218º C), con la piel hacia abajo. Mientras se
cocina, pincélalo o rocíalo con mantequilla, aceite o una marinada que no
hayas usado anteriormente. Agrega 5 minutos al tiempo de cocción si el
pescado está envuelto en papel de aluminio, o cubierto con salsa. Duplica
el tiempo si está congelado. Los mejores para hornear: huachinango, mero,
halibut, caballa (pejerrey), róbalo, salmón y tilapia.
- Frito: cubre el pescado con migas de pan sazonadas,
harina de trigo o maíz; sacude el exceso y fríelo en aceite caliente, pero
no humeante. Asegúrate de que haya suficiente lugar en la sartén y dale la
vuelta una vez durante la cocción. Escurre en rejillas de metal o sobre
toallas de papel. Los mejores para freír: bagre (siluro), bacalao, mero,
halibut, orange roughy, rape y huachinango.
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