lunes, 11 de agosto de 2014


Cuando el alimento hace daño

Por Ileana Delgado Castro / ileana.delgado@gfrmedia.com

 

Es una reacción alérgica grave, conocida como anafilaxia, que representa un riesgo real si no se toman medidas de inmediato. Cuando sucede, los tejidos de diferentes partes del cuerpo liberan histamina y otras sustancias, lo cual produce constricción de las vías respiratorias, además de otros síntomas serios que ponen en peligro la vida.

Es a lo que se exponen las personas que sufren de alergias a alimentos y que, según estima la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) provocan anualmente en Estados Unidos unas 30,000 visitas a las salas de emergencias, 2,000 hospitalizaciones y alrededor de 150 muertes.

De hecho, se trata de una situación que mantiene a los que la sufren en constante estado de alerta. Más que nada, porque saben que exponerse, les puede traer múltiples consecuencias.

Precisamente, según información publicada en la página de la Asociación Puertorriqueña de Médicos Alergistas (www.alergiaspr.com), las alergias a los alimentos pueden ser letales.

“Particularmente, las alergias a los crustáceos, a las nueces y al maní (leguminosas) y pueden afectar una de cada diez personas de la población total y hasta a uno de cada cinco niños en la población pediátrica”, advierte la información, donde también se destaca que cualquier alimento puede causar alergia si las condiciones son propicias.

De ahí la importancia de evitar las comidas que te causan algún tipo de reacción o atender rápidamente cuando surge una, recomienda el alergista e inmunólogo Rafael Zaragoza.

“No identificar una alergia a alimentos y no tener una estrategia de acción cuando esta surge es muy peligroso porque la persona puede morir”, advierte el médico, quien enfatiza en que si padeces de alergias alimentarias siempre debes tener las medicinas de rescate contigo para tomar acción de inmediato.

Zaragoza, indica que las reacciones alérgicas tienden a ir en aumento hasta que llega un momento en que son extremas, como puede ser un choque anafiláctico.

Por eso es importante que las personas no ingieran los alimentos que han identificado que les causan algún tipo de hipersensitividad, recomienda por su parte el doctor en naturopatía, Jeffrey Sepúlveda.

Riesgo prevenible
“El mensaje claro es que el cuerpo te dice ‘no me des eso’. Se sabe que esa reacción causa una inflamación que le hace mucho daño al organismo y que está asociada con el desarrollo de problemas de salud y de enfermedades crónicas”, advierte Sepúlveda. quien destaca que el término alergia muchas veces se utiliza de forma incorrecta. En ese sentido, dice que se debe utilizar hipersensitividad porque el cuerpo está reaccionando exageradamente a algo.

Y resalta que el caso clásico de lo que no es alergia, es la enfermedad celiaca, cuyos pacientes tienen una hipersensitividad al gluten.

“Si comen gluten se les inflama el intestino y no pueden absorber bien los nutrientes, lo que va desmejorando la salud”, explica Sepúlveda. Según explica, el gluten es una proteína como cualquier otra y si una persona no es sensitiva a ella, no tiene problemas.

Cabe aclarar que hay una diferencia entre intolerancia y alergia a un alimento. Según Zaragoza, la intolerancia es una reacción donde el antígeno o la causa del problema es un carbohidrato o una grasa, que a su vez, provoca síntomas como distensión abdominal, dolor, gases, vómitos o diarrea. Un ejemplo típico es la intolerancia a la leche.

En esos casos, los síntomas están asociados al tracto gastrointestinal. El alergista agrega que el término alergia e hipersensitividad se usan indistintamente para describir una reacción acelerada a una proteína que provoca síntomas en piel, con ronchas y picor, síntomas nasales como rinitis, picor, gotereo, sinusitis, congestión y hasta asma.

Manifestaciones alérgicas

En términos generales, pueden ser numerosas y aparecen, generalmente, a los pocos segundos, minutos o varias horas tras haber ingerido el alimento. Pero normalmente no son graves.

“Normalmente son moderadas. Pero cuando son reacciones graves también pueden provocar presión arterial baja y bloqueo de las vías respiratorias”, advierte la dietista clínica Madeline Rivera, del Hospital Auxilio Mutuo.

Por eso resalta la importancia de leer bien las etiquetas de los alimentos y productos para cotejar que no contengan los ingredientes que te pueden hacer daño. Y aunque destaca que ninguna alergia alimentaria tiene cura, indica que con la eliminación del alérgeno, se evitan los síntomas o manifestaciones clínicas desagradables.

En ese sentido, le recomienda a los pacientes visitar a un especialista en nutrición para diseñar una dieta balanceada hipoalergénica, en la que se eliminan aquellos alimentos que se sospechen sean causantes de reacciones alérgicas.

Sepúlveda también enfatiza en un tratamiento holístico, en el que se busquen todos los factores que están causando el problema que, según dice, muchas veces es multifactorial.

“Hay personas que se hacen pruebas para determinar los alimentos a los que son sensitivos. Por un lado puede ser de beneficio y por otro, una pérdida de tiempo y dinero. Por ejemplo, puedes ser sensitivo al tomate de Costa Rica pero no al de Estados Unidos. Los dos tienen proteínas diferentes y la prueba que te hacen te sale negativa porque la proteína del tomate estadounidense es diferente. Pero cuando comes el costarricense, te da una reacción”, explica Sepúlveda.

Mientras que Zaragoza resalta la importancia de que al paciente se le haga un buen historial médico y se identifiquen todos los posibles factores de riesgo. Pero recomienda que las alergias a los alimentos se deben confirmar con pruebas de piel y de laboratorio.

El alergista también destaca el hecho de que hay ciertos alimentos que, cuando se cocinan, si la persona es muy sensitiva con solo oler le puede causar alergia. Para este tipo de paciente, recomienda la “inmunoterapia desensitizante” para ayudarlo a tener más tolerancia.

Eso se logra a través de vacunas, sublingual o inyectada en series, para que el cuerpo vaya desarrollando anticuerpos que bloquean los que causan la alergia y poco a poco lograr más tolerancia.

Zaragoza también enfatiza en la importancia de tener un plan de acción en caso de una reacción inesperada. Por ejemplo, llevar siempre las medicinas de rescate y de mantenimiento para actuar rápidamente. Eso incluye los medicamentos antihistamínicos, inyección de epinefrina o cualquier otro que ayude a disminuir los síntomas, pero siempre bajo supervisión médica.

Además, enfatiza en que nunca se debe tomar un medicamento antihistamínico para poder comer un alimento que te gusta pero que sabes te puede causar una reacción alérgica. Sobre todo, advierte el alergista, porque puedes ir creando resistencia “y no vas a darte cuenta del efecto que la alergia está haciendo en tu cuerpo”.

Algunos de los alimentos que más reacciones causan:

·         Leche
·         Huevo
·         Mariscos
·         Pescados y crustáceos
·         Maní y nueces
·         Soya
·         Trigo
·         Tomate
·         Cítricos
·         Chocolate
·         Maíz

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