Intolerancia a la lactosa

Mucho hemos escuchado sobre la intolerancia a la lactosa, pero ¿qué es realmente la intolerancia a la lactosa?, ¿cuáles son los síntomas que causa la intolerancia a la lactosa? y ¿es lo mismo la intolerancia a la lactosa que la intolerancia a la leche de vaca? todas estas preguntas la responderemos aquí.

Si bien se cree que la intolerancia a la lactosa es un padecimiento nuevo, la realidad es que ha existido siempre, la razón por la que en las últimas décadas es tan mencionada es por que, relativamente, fue descubierta hace poco, y se cree que una de las causas de la alta mortalidad de niños en siglos pasados, se debió, precisamente, a una intolerancia a la lactosa, padecimiento del que se desconocía.

La intolerancia a la lactosa es causada por una mala absorción de la lactosa debido a la incapacidad del intestino de asimilar o digerir el azúcar que contienen los productos lácteos. Ésta incapacidad se debe a que el intestino delgado no produce suficiente cantidad de la enzima conocida como lactasa, la falta de dicha enzima impide que la lactasa sea digerida de manera correcta y llega al colón sin ser absorbida.

Cuando se es intolerante a la lactosa y ésta llega al intestino grueso sin ser digerida previamente, es fermentada por unas bacterias llamadas saprófitas teniendo como resultado la producción de gases y causando los síntomas característicos de la intolerancia a la lactosa.

Aquellas personas que padecen una intolerancia a la lactosa pueden experimentar un malestar generalizado o concentrado en el área del abdomen al consumir productos que contienen lactosa como crema, yogurt, quesos, nata, etc. algunos de los síntomas más comunes son:

• Dolor abdominal
• Inflamación o hinchazón abdominal.
• Gases
• Nauseas
• Diarrea

Éstos síntomas pueden presentarse en un lapso de 30 minutos a 2 horas, que es el tiempo que suele tardarse la lactosa en llegar al colon o intestino grueso. Es importante mencionar que no todas las personas que padecen de una mala absorción de la lactosa presentan síntomas físicos, y éstos, pueden variar según el paciente, la cantidad de lactosa consumida y la presencia de otros padecimientos gastrointestinal.

También es importante aclarar que la intolerancia a la lactosa y la intolerancia a la leche de vaca son padecimientos diferentes, ya que, a diferencia de la intolerancia a la lactosa que es la incapacidad de digerirla, la intolerancia a la leche de vaca es una alergia a la proteínas que contiene éste producto, no a la lactosa.