¿Porqué los niños repudian los vegetales?
No es que tengan ganas de dificultar
las cosas. Algunos vegetales son más amargos que otros, y las papilas
gustativas de los niños son particularmente sensibles a lo amargo.
Elije lo dulce
Los vegetales ricos en almidón, como
las zanahorias, los chícharos (guisantes), el elote (maíz) y los camotes
(batatas) tienden a tener un sabor más dulce y suave, y por lo tanto podrían
ser más apetecibles para los niños. No trates de forzarlos a comer vegetales
particularmente agrios como la espinaca, el brécol y los rábanos.
Incorpórelos
Incorpora los vegetales en los
platillos preferidos de los niños, como la lasaña o los macarrones con queso.
No es cuestión de enmascarar el sabor, sino más bien de suprimirlo: algunos de
los compuestos que le dan el sabor amargo a los vegetales se disuelven en la
grasa. Si quieres, puedes “esconder” los vegetales del todo. Un puré de
coliflor se puede mezclar perfectamente con un puré de papas o con una salsa
cremosa para pasta. Los calabacines o la espinaca finamente triturados
desaparecen cuando se hornean en brownies.
Mójalos
Los vegetales crudos adquieren un
toque de sabor si las mojas en un aderezo para ensaladas. El queso crema
resulta perfecto también, especialmente el que viene con sabores. El celery y
las zanahorias saben estupendos con mantequilla de maní (la cual también provee
proteína). Casi cualquier condimento en la nevera merece ser probado: la salsa
para asar, el ketchup, la mostaza, la mayonesa. Deja que los niños experimenten
con la mezcla de sabores.
Deja que jueguen con la comida
Y no tiene que formarse un desorden.
Corta tiritas de zanahorias y pimiento (pimentón) y anima a tus hijos a que
formen diseños en un plato. La mayoría de los niños son fans de los
dinosaurios, así que recuérdales que los dinosaurios más grandes sólo comían
plantas. Sostén una hoja de lechuga cerca de la boca de tu hijo y rétalo a
estirar su cuello para comerla, tal como lo haría un brontosaurio.
No los ablandes demasiado
Cuando muchos niños (y adultos) dicen
que no les gustan los vegetales, entiéndase que no les gustan demasiado
cocidos. Hervir los vegetales por demasiado tiempo puede convertir aún los más
frescos en un desastre blando y sin sabor. Intenta cocinar los vegetales al
vapor hasta que estén tiernos pero crujientes. Así retendrán su sabor y lucirán
un color brillante y apetitoso.
De tal palo tal astilla
Si tus hijos nunca te han visto
comer ejotes (habichuelas verdes), ¡buena suerte en lograr que ellos se los
coman! Sé un ejemplo de buenos hábitos de alimentación colocando en tu plato,
en cada comida, una variedad de alimentos de cada grupo alimenticio.