viernes, 22 de mayo de 2015

El croissant no es francés

 
Por: Mari-Claudia Jiménez

 
Jim Chevalier, un escritor francés experto en la historia del pan, ha llegado a la conclusión de que el croissant llegó a Francia con la austríaca reina María Antonieta, quien lo echaba de menos cuando se casó con el rey Luis XVI.

El croissant se originó en Viena, donde se le llamaba kipferl, y comercialmente se hizo famoso en París en 1838, cuando el chef vienés August Zand abrió su pastelería.

Lo más curioso es que el kipferl era de origen turco, pues en una época, muchos otomanos vivieron en Austria, y a eso se debe su forma de media luna, al estilo de la cultura otomana.

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