Accidentes
en la mesa
Hasta a la persona más cuidadosa le puede ocurrir un
accidente en la mesa. En ese caso, se procura no llamar la atención y se
levanta con discreción lo que ha caído, poniéndole sobre el plato nuevamente.
No es preciso disculparse si no se le ha hecho daño a alguien, y si se derrama
vino o agua en exceso se llama al mesero, quien se ocupará de todo: el comensal
no debe intentar ayudarle. Si un invitado rompe una copa o plato, pide
disculpas y al despedirse ofrece encargarse del gasto necesario para reponerlo.
Si el anfitrión se rehusa, se le puede compensar mediante un regalo. Si se
trata de una pieza de cristal, se toma nota del dibujo y la marca y se compra
una nueva.
Estornudar
Si se necesita estornudar, toser o sonarse la nariz,
se busca un pañuelo limpio inmediatamente, actuando con discreción y pidiendo
disculpas. Si se trata de un arranque persistente de tos, es mejor salir de la
habitación hasta recuperarse, para no molestar a los demás. Tomar un poco de
agua o comer un trozo de pan, algunas veces suaviza la situación.
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