Estrategias
para bajar de peso
Comer bien significa aprender a escoger y preparar
los alimentos teniendo como guía proporcionarle una mejor salud a nuestro
cuerpo. No es comer poco, sino comer mejor.
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Incorpora gradualmente modificaciones
específicas o cambios en los alimentos. Una ingesta saludable debe incluir
alimentos que disfrutes, aunque haya que modificar el método de prepararlos.
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Si te ataca el hambre de momento, no
salgas corriendo a satisfacerla. Espera unos minutos y tómate un vaso de 8
onzas de agua o algún jugo natural. De esta forma no tendrás tanta hambre
cuando comas.
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No tengas en tu nevera o alacena nada
que no sea nutritivo.
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Masticar aumenta la sensación de
saciedad.
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Ten siempre a mano meriendas saludables
para cuando te sean necesarias.
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Empieza la comida con un vaso de agua,
de esta forma comerás menos.
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Recuerda que no hay receta mágica para
bajar de peso, solo necesitas sentido común, mente positiva y perseverancia.
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Una ingesta saludable debe proveerte
las calorías necesarias para que obtengas la suficiente energía y nutrientes
sin que tu salud y tu metabolismo se afecten adversamente.
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Planifica de antemano tu plan de
comidas saludables. Esto puede ser semanalmente.
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Aprende a encontrar sustitutos
saludables a tus comidas.
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Comiendo saludablemente aprendes a
incorporar buenos hábitos alimentarios a tu ingesta.
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Para bajar de peso recuerda desayunar
abundante, almorzar regular y cenar ligero.
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Come solo lo necesario para satisfacer
tu deseo por algo dulce.
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Prepara un plan de ejercicios. Si no tienes
mucho tiempo planifica levantarte más temprano para este propósito.
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Cuando desees un chocolate prueba tomar
un vaso de leche con una cucharada de chocolate en polvo. Es una alternativa más
saludable y puedes saciar tu paladar con el sabor a chocolate.
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Si tienes niños y están empeñados en ir
a un lugar de comida rápida, pide una batida para calmar tu hambre y después
come en el sitio que tenías pensado ir.
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Haz ejercicios cada vez que puedas, por
insignificantes que creas que sean.
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Escoge ejercitarte también cuando estás
experimentando algunos estados de ánimo, tales como coraje, tristeza, etc.
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Pon una hora límite para visitar la
cocina a buscar algo de comer. Debe ser entre 8 y 9 de la noche.
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Sustituya todos los alimentos refinados
por integrales.
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Aprende a sustituir ingredientes en las
recetas por unos más saludables.
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Si tienes deseo por algún postre bien
decadente busca un buen sustituto para satisfacer tu deseo.
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Lávate los dientes varias veces al día,
para tener sabor de menta en la boca constantemente. Así sentirás menos deseos
de comer.
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Lleva alimentos preparados por ti para
el almuerzo.
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Trata de mantener un horario fijo de
comidas.
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Sírvete la comida directo en el plato y
guarda inmediatamente los sobrantes. De esta forma no verás una enorme fuente
atiborrada de comida en medio de la mesa y tendrás menos envases para fregar.
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Busca una persona que puedas integrar a
tu plan para bajar de peso, de esta forma podrás compartir todos tus logros y
frustraciones.
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No se prive de comer algún alimento que
le guste y esté prohibido para usted. Trate de que no lo consuma con frecuencia
y vele la porción que ingiere. Averigue si existe un sustituto más saludable.
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Agregue a su compra cada vez que le sea
posible un alimento nuevo.
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Cada vez que vaya a hacer trampita en
su dieta, recuerde porque fué, que tuvo que iniciar la dieta.
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Si ha bajado unas libras y se le hace
difícil bajar el resto, tal vez necesite más ejercicio y chequear la forma en
que se está alimentando.
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Si está levantando pesas y nota que en
vez de rebajar aumenta, recuerde que está creando músculo y éste pesa más que
la grasa.
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Elige una dieta realista con la ayuda
de un médico.
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Si falla en su dieta y come algún
alimento indebido o ha comido en abundancia, no piense que se ha fallado, ha
sido solo un lapso momentáneo.
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Prémiese cada vez que logre una meta,
aunque le parezca pequeña.
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Haga que el ejercicio sea una
prioridad, una parte no negociable de su vida.
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Cuando estés comiendo, para cuando te
sientas satisfecho.
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Consume mucha fibra en tus comidas, ésta
actúa como una esponja en tu estómago. Absorbe toda el agua haciéndote sentir
lleno.
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Cuando hagas ejercicio varía la rutina,
el peso, las repeticiones y el descanso entre cada serie. De esta forma tus
músculos responderán mejor.
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Sea un poco egoísta, para cumplir su
propósito necesita tiempo para usted misma.
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Consuma un bocado a la vez, no ingiera
dos bocados a la vez.
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Algunas excusas que puede usar cuando
le ofrezcan comidas;
ü Luce
delicioso, pero siempre me produce … y apunte hacia su estómago con una mueca
de dolor.
ü Gracias
pero ya me he excedido.
ü Te
molestaría si me lo llevo a casa.
ü Distraiga
la atención del plato ofrecido alabando otro; ya no puedo más, he comido
demasiado de tu deliciosa ensalada de camarones. ¿Cómo la haces tan sabrosa?
ü Soy
alérgica o lo siento, me lo ha prohibido el médico.
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Un consumo insuficiente de alimentos
hace que sientas más deseos de comer. El consumo excesivo ocurre cuando estás
insuficientemente alimentada.
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Escoge bien las personas para salir a
comer, esto debe planearse con tiempo escogiendo un lugar que sea compatible
con todo el grupo.
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Si dejas comida en el plato, no te
sientas mal.
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Lleva meriendas saludables en bolsitas
plásticas (tipo Ziploc) y manténlas en tu carro.
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Después de comer, métase un caramelo
sin azúcar a la boca, así le será más fácil resistir el postre.
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El primer bocado siempre sabe mejor. Al
final de la comida ya se saturaron los sitios receptores del olfato y usted ya
no siente el gusto.
Todos en algún momento deseamos tener el cuerpo perfecto y queremos someternos a dietas rigurosas y milagrosas, pero las cosas no son así, si uno sabe llevar una buena alimentación y hacer ejercicio de manera constante, se puede lograr lo que se desea.
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