martes, 1 de enero de 2013


El desayuno

 

La palabra “breakfast” (desayuno), se deriva de dos voces anglosajonas: “brecan” y “fasten”, que significan “romper un ayuno”. A la mayoría de la gente le falta tiempo para reabastecer el organismo después de una larga noche de ayuno o utilizan como excusa que no les dá hambre en la mañana. El desayuno es la comida más importante del día. Algunas personas piensan que una taza de café es suficiente.

Después de estar sin comer por un período de 8 a 12 horas, el cuerpo necesita la energía y nutrición que brinda el desayuno, para poder desempeñar eficientemente las actividades matutinas. Hay que desayunar antes de empezar la actividad diaria, aunque no nos apetezca. El desayuno responde a una necesidad evidente, reponer las reservas gastadas durante 8 horas o más de ayuno. Durante el sueño, nuestro cuerpo descansa, pero el funcionamiento del mismo para los procesos vitales del organismo, consume energía. Este desgaste puede incrementarse si prolongamos el ayuno algunas horas más o realizamos un desayuno deficiente. No desayunar refleja un estado físico y mental deficiente a lo largo del día, lo que poco a poco va afectando nuestra salud.

Al no desayunar, el cuerpo entiende que no tiene fuente de energía bajando el metabolismo. En este caso, el contenido de glucosa en la sangre puede bajar considerablemente, produciendo hipoglucemia, a la cual le acompañan los síntomas de fatiga, baja el rendimiento en la concentración y el aprendizaje, cansancio extremo, defensas bajas de nuestro cuerpo, dolor de cabeza, mareos y disminución en la capacidad de concentración. Aquellos que no han desayunado lo suficiente, al mediodía son 64% menos eficientes en su trabajo y más irritables que aquellos que llevan una dieta balanceada.Un estudio en Inglaterra detectó que la mayor parte de los accidentes laborales ocurrían a los trabajadores que realizaban un desayuno muy ligero, o simplemente lo omitían.

Cuando no se desayuna, probablemente a media mañana tendrá más hambre y comerá demás. El desayuno debe aportar de un 20 a un 25 % del total de las calorías diarias que debemos ingerir. Su objetivo nutricional es mantener al organismo en un estado de saciedad hasta ingerir la comida del mediodía.

 

Cuando desayunas
Cuando no desayunas
Tienes mas energía.
Comes más, porque acumulas hambre.
Distribuyes mejor los alimentos del día.
No obtienes todas las vitaminas y minerales del día.
Llenas los requisitos de vitaminas y minerales.
Tienes niveles de colesterol total más altos.
Quemas calorías.
Te sientes cansado, débil y sin energía.
Ayudas a controlar tu peso.
Puedes sentir mareos, dolor de cabeza y tener mal humor.
Mejoras tu rendimiento y resistencia física.
Se alteran los niveles de glucosa e insulina en la sangre.
Manejas mejor el estrés.
Se afectan el aprendizaje y las destrezas básicas de leer, escribir y aritmética.
Ayudas a la salud de tu corazón.
Disminuyes el lapso de atención, concentración, comprensión y coordinación muscular.
Sientes bienestar general.
 

 

Recuerda que comer muchos productos del mismo grupo de alimentos no te aportará todos los nutrientes que necesitas. La proporción ideal es:

·        50 % de frutas y vegetales

·        20 % de pan y cereales

·        20 % de leche y derivados

·        10 % de carne, pescado o huevos

Recuerda también, que el café carece de valor alimenticio, pero debido a sus propiedades estimulantes te brinda energía. A media mañana, luego de haber desayunado puedes tomar una merienda ligera y luego tomar un almuerzo completo bajo en grasa, que contenga proteínas para no eliminar músculo y sí grasa. A media tarde, vuelva a ingerir una merienda parecida a la de la mañana y en la tarde una cena lo más completa posible. Debemos dejar los fast food y cocinar más en la casa. Podemos hacer cosas más saludables y rápidas también.
 

Elige desayunos más saludables


En vez de …
Elige …
Croissants o tartas
Tostadas o pan integral
Crema, mantequilla, nata
Margarina o mermelada light
Leche entera o yogurt
Leche o yogurt sin grasa
Cereales con azúcar
Cereales de alto contenido en fibra con fruta fresca y sin nueces
Tocineta
Tocino canadiense o jamón de pavo
Huevos
Sustituto de huevo
Jugos regulares o concentrados
Jugos 100% o jugos naturales
Quesos
Quesos bajos en grasa o calorías
Aceites saturados
Aceites no saturados (oliva, maíz o maní)
Galletas regulares
Galletas bajas en grasa, sodio y colesterol

 

En los días que realices actividad deportiva, debes reforzar tu nutrición dependiendo de la disciplina que practíques. Si te ejercitas para aumentar tu volumen muscular, tu dieta debe ser más rica en proteínas, pero si practícas algún deporte de resistencia o aeróbico, debes consumir mayor cantidad de carbohidratos.

·        Comidas preparadas

Un desayuno saludable no tiene porque ser trabajoso.

Prepare algunas cosas la noche anterior.

Use productos ya preparados tales como pancakes.

La cafetera puede programarse la noche anterior.

Prepare algunos alimentos en grandes cantidades, por ejemplo los pancakes.

Tenga un microondas para calendar los alimentos rapidamente.

·        Combine el desayuno con alguna actividad.

Por ejemplo, cómase una manzana mientras maneja.

·        Vaya cambiando poco a poco.

Vaya ingiriendo alimentos poco a poco a la hora de desayunar, si es que no lleva a cabo esta practica.

·        Vaya también cambiando la forma de preparar los alimentos que consume en el desayuno, así como también incorporando nuevos alimentos y nuevas recetas a su desayuno.

 

 

Principales aportaciones del desayuno

 

Nutrientes
Funciones
Fuente
Carbohidratos
Fuente principal de energía, aceleran el metabolismo.
Avena, pancakes, cereales, pan, galletas, frutas, jugos, leche y yogurt
Proteína
Formación de músculos y tejidos, producción de anticuerpos.
Lácteos, jamón, huevo y avena
Grasa
Fuente concentrada de energía, transporte y utilización de vitaminas A, D, E y K.
Lácteos, jamón, huevo y margarina
Vitamina C
Cicatrización de heridas, resistencia a infecciones y aumenta la absorción del hierro.
Frutas, jugos (china, toronja, mangó, acerola, fresas y melón cantaloupe)
Vitamina A
Crecimiento, salud visual y de la piel. Antioxidante.
Leche, cereales fortificados, frutas (papaya, melocotón, mangó y china)
Tiamina (vitamina B1)
Producción de energía. Función normal del sistema nervioso.
Avena, cereales, panes integrales y enriquecidos y germen de trigo
Riboflavina (vitamina B2)
Crecimiento, producción de energía
Avena, lácteos, huevos, cereales y panes enriquecidos
Niacina                    
Producción de energía
Avena, yogurt, cereales, panes enriquecidos y mantequilla de maní
Piridoxina (vitamina B6)
Producción de anticuerpos
Avena, germen de trigo, cereales, panes integrales y almendras
Calcio/fósforo
Formación de mantenimiento de huesos y dientes
Lácteos, huevos y nueces
Magnesio
Contracción muscular y salud de los huesos
Avena, cereales integrales y nueces
Hierro
Formación y salud de la sangre
Avena y cereales con hierro, frutas secas y yemas de huevo
Fibra soluble
Reduce niveles de colesterol y controla niveles de azúcar en la sangre
Avena, manzana, china, zanahoria y granos
Fibra insoluble
Ayuda y previene problemas intestinales. Sacia el apetito.
Avena, cereales y panes integrales, granos, frutas y vegetales frescos

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