Origen del globo

 

Galileo, considerado el padre de la ciencia moderna, fué quien, allá para los 1500, en uno de sus experimentos comenzó a descubrir lo que dos siglos después se conocería como globo. Este físico, con la intriga de conocer el peso del aire, infló la vejiga de un cerdo formando una especie de bomba, pero sin capacidad de elevarse.

Pero Galileo no era el único que acostumbraba a crear este tipo de bombas. Los niños de India también hacían lo mismo y las utilizaban a modo de bola en sus juegos infantiles.

En 1824, en Londres, el profesor Michael Faraday creó la primera bomba hecha de caucho. Faraday necesitaba almacenar los gases que generaba en sus experimentos. Para ello, cortó dos pedazos de hule en forma redonda y les puso harina en el interior para evitar que se pegaran completamente, ya que solo quería juntar los bordes. Luego se dió cuenta de que, a medida que lo inflaba con hidrógeno, el hule se iba expandiendo formando un globo con gran capacidad para elevarse.

En sus inicios, los globos eran redondos o en forma de gota. Sin embargo, a principios del siglo XX  comenzaron a experimentar para crear bombas con diferentes formas para hacerlas más atractivas. Fué en el estado de Ohio donde se creó el primer globo con forma de un cigarro. Este logro dió pie para seguir experimentando otras formas geométricas.

Finalmente, la gran evolución de esta industria se dió cuando se creó el primer globo de látex. Indiscutiblemente, fué un gran avance, ya que la creación de los globos, originalmente era difícil y peligrosa debido a los componentes que se utilizaban, derivados todos del caucho.