Historia del
cerdo y la industria porcina en los Estados Unidos
La
aparición del cerdo se remonta a 40 millones de años según los fósiles, que
indican que una especie de cerdo salvaje habitaba los bosques y los pantanos de
Europa y Asia. Alrededor del año 4900 A.C. los cerdos fueron domesticados en
China y criados en Europa alrededor del año 1500 A.C. Por insistencia de la
reina Isabel La Católica de España, Cristóbal Colón se llevó ocho cerdos en su
viaje a Cuba en 1493. Pero fue Hernando Soto el que podría ser considerado “el
padre de la industria porcina americana”. Fue él quien en el año 1539
desembarcó los primeros 13 cerdos en Tampa Bay, Florida.
A los
nativos americanos les gustó tanto el sabor de la carne de cerdo que esa fue la
causa de los peores ataques a la expedición de Soto. Cuando Soto murió tres
años después, su piara había crecido hasta los 700 cerdos, sin incluir aquellos
que sus tropas habían consumido, aquellos que escaparon y se convirtieron en
cerdos salvajes y aquellos que se dieron a los nativos americanos para mantener
la paz. La industria del cerdo había empezado. La producción de cerdos se
extendió a lo largo de las nuevas colonias. Hernán Cortez los introdujo en
Nuevo México en 1600 y Sir Walter Raleigh lo hizo en Jamestown en 1607. A raíz
de que algunos cerdos semi salvajes atacaron los campos de grano de los
ciudadanos de Nueva York, se propuso que cada cerdo que tuviera dueño y que
fuera más grande de 14 pulgadas llevara un anillo colgado de la nariz. En la
isla de Manhattan se construyó una larga y sólida pared en el borde norte de la
colonia para controlar el movimiento de las piaras de cerdos. Hoy en día esta
área es conocida como Wall Street. La población de cerdos de Pennsylvania
alcanzó los miles en 1660. A finales del siglo XVII el granjero típico poseía
entre 4 y 5 cerdos, proveyendo cerdo salado y tocino en su mesa, y vendiendo lo
restante como carne de cerdo en barril. La matanza de cerdos en los campos de
maíz de los nativos americanos se convirtió en una práctica muy popular después
de que lo fuera en Pennsylvania. Tras la Guerra Revolucionaria, los pioneros se
dirigieron al oeste y se llevaron a sus cerdos como algo indispensable. Las
canastas de madera eran usualmente llenadas con cerditos y se colgaban de los
ejes de las caravanas que atravesaban las praderas. A medida que iban creciendo
las piaras del oeste, la necesidad de plantas de procesamiento de la carne de
cerdo era evidente. Las plantas de procesamiento florecieron en las grandes
ciudades. La matanza de cerdos con fines comerciales se llevó al cabo por
primera vez en la ciudad de Cincinnati, que posteriormente fue conocida como
Porkópolis. Se procesó más cerdo en dicha ciudad que en el resto del medio
oeste americano.
La
comercialización del cerdo en la década de 1850 no fue tarea fácil. Los
pastores de piaras de cerdos lo hicieron a lo largo de caminos que más tarde se
convirtieron en rutas del ferrocarril. Entre 40,000 y 70,000 cerdos fueron
llevados desde Ohio hasta los mercados de la zona este del país en un solo año.
Cada pastor dirigía a 100 cerdos. Las piaras avanzaban de 5 a 8 millas por día
y llegaban a cubrir distancias de hasta 700 millas. El vagón refrigerado del
ferrocarril transformó la industria de la carne cuando fue introducido poco
después de la Guerra Civil. Permitió que los mataderos se centralizaran cerca
de los lugares de producción en vez de los lugares de consumo. Grandes mercados
fueron creados en “terminales” con acceso al ferrocarril en ciudades como
Chicago, Kansas City, St. Joseph y Sioux City. Las grandes plantas de empaque
se encontraban cerca de los almacenes. Cerdos vivos eran enviados vía
ferrocarril a diferentes mercados y la carne de cerdo era enviada, también
principalmente, por ferrocarril a los consumidores a nivel nacional. Como
resultado de estos desarrollos en materia de transporte, la industria porcina
se reubicó en la zona norte del medio oeste en donde la producción de grano era
más grande. El “Corn Belt” (la zona del maíz) también fue conocido como el “Hog
Belt” (la zona del cerdo). De hecho, estados como Iowa, Illinois, Minnesota,
Nebraska, Indiana y Missouri se mantuvieron entre las mayores zonas de
producción de cerdo por muchos años. Iowa es todavía el estado que más produce.
En las décadas de 1980 y 1990 es cuando se vieron más avances tecnológicos en
la industria porcina, algunos de los cuales permitieron el crecimiento
dramático de la producción en estados que no eran conocidos por su producción
de cerdo. El crecimiento más significativo fue el de Carolina del Norte que se
ha convertido actualmente en el segundo estado con mayor producción. A pesar
del incremento en los costes del alimento para cerdos, los productores de
Carolina del Norte se volvieron más competitivos cuando comenzaron a usar
cerdos genéticamente mejorados, capaces de tener una reproducción más eficiente
y con un desarrollo muscular con menos grasa (como resultado de una mejor
alimentación), controlando el tamaño y desarrollando métodos de crianza que
reducen la incidencia de enfermedades. Resultado final: una producción
eficiente mejorada.
Actualmente,
muchos productores en otras áreas han adoptado dichos métodos. Hoy los Estados
Unidos es uno de los países líderes a nivel mundial en producción porcina y el
tercer país en cuanto a exportación, siguiendo las estelas de países como
Dinamarca y Canadá, líderes mundiales en exportación porcina por mucho tiempo.
Se estima que la producción de los Estados Unidos constituye alrededor del 10%
del total mundial.
Folclor
La
leyenda dice que cuatro chicos ataron sus botas de nieve a un cerdo y se
deslizaron sobre una plancha gigante de panqueques para mantenerla aceitosa
mientras siete hombres volteaban la torta de masa para el desayuno de Paul
Bunyan. Los cerdos de menta simbolizan la creencia victoriana de que los cerdos
son símbolos de buena suerte. Actualmente, muchas familias continúan la
tradición de traer un cerdo de menta después de una comida de celebración la
parten con un martillo y comparten sus pedazos para conseguir salud, felicidad
y prosperidad.
En
Alemania, los que quieren desear felicidad traen cerdos de mazapán a la gente
para que tengan buena suerte en Navidad y Fin de Año. La tradición del cerdo de
mazapán inspiró el libro para niños y posteriormente la película en video de
1981 titulados “El cerdo de mazapán”.
El cerdo
es un símbolo importante del feng-shui, el arte chino de la posición de los
objetos, especialmente los muebles, que se basa en la creencia del yin y del
yan y el flujo de energía que trae los efectos positivos y negativos. De
acuerdo al feng-shui tradicional, los cerdos dorados traen gran prosperidad y
felicidad al hogar. En la mitología china, el cerdo es símbolo de honestidad,
tolerancia, iniciativa y diligencia.
De
acuerdo con la tradición alemania, participar en el asado de un cerdo en la
cena de Nochebuena prevendrá la presencia del diablo y traerá prosperidad en el
nuevo año. Los alemanes tienen un dicho que es “wir haben Schewein”, que
significa “nosotros tenemos buena suerte”. En muchas culturas se les dan a los
niños unos cerditos como alcancía para que ahorren dinero.
Durante
el siglo XIX, Cincinnati fue llamada Porkópolis debido a que el primer matadero
se abrió en Ohio y a la cantidad de cerdo salado, un alimento primordial en
aquel entonces, que se producía en Cincinnati y se enviaba a otras áreas del
país. La ciudad aún celebra su pasado porcino con su maratón “Flying Pig” cada
mes de mayo. La ciudad también celebró el “Big Pig Gig” en el año 2000, con
cientos de cerdos de fibra de vidrio decorados por artistas y ubicados por toda
la ciudad.
En
Austria, el cerdito en edad lactante es un plato tradicional para la cena de
Año Nuevo que simboliza la buena suerte. También se decoran las mesas con
cerditos de mazapán, azúcar de maple y chocolate.
En la
antigua Creta, una de las tradiciones de cada familia era criar un cerdo y
luego matarlo en Nochebuena para servirlo como plato al día siguiente. Casi
todo el cerdo se aprovechaba y alimentaba a las familias durante semanas. La
vejiga del animal era lavada y se usaba como pelota para los juegos de los
niños.
La grasa
del cerdo, especialmente la manteca, se ha utilizado a lo largo de la historia
como medicina. La mezcla de la manteca con ciertas hierbas era un remedio para
la congestión de pecho. Muchos folclores culinarios proponen la carne de cerdo
y el chucrut como parte del menú de celebración del Año Nuevo para tener buena
suerte en el año que se inicia.
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