miércoles, 22 de junio de 2011

Alergia alimentaria

La reacción exagerada del organismo al consumir un alimento es lo que se conoce como alergia alimentaria, y puede presentarse a cualquier edad. El grado de respuesta del individuo depende de su sensibilidad: a unos les sale un brote, a otros se les cierra la tráquea y algunos presentan anafilaxis, la reacción más grave, que produce respiración sibilante, baja de presión arterial y hasta pérdida del conocimiento.
Se puede saber a qué se es alérgico desde la niñez cuando se introducen nuevos alimentos, pero hay que consultar y seguir las indicaciones médicas. Existen pruebas para comprobar una alergia (que miden los niveles de inmunoglobulina E, sustancia en la sangre responsable de estas) y en el caso de los alimentos hay que determinar cuál produce el problema, dice el alergista Francisco Leal.
A algunos pacientes les recomiendan llevar adrenalina, si la alergia es severa; corticoides, si es moderada, y antihistamínicos, si es leve. Incluso, antes de aplicar vacunas como la de fiebre amarilla le preguntan si es alérgico al huevo, pues contiene proteína de este.
Cómo evitar una reacción
Detecta a qué eres alérgica. A veces es evidente, pero en otros casos no.
Hay exámenes dérmicos que permiten establecer qué alimentos desencadenan la reacción. La idea es evitarlos.
Al comer fuera de la casa, pregunta por los ingredientes, algunos pueden estar ‘ocultos’, y da a conocer si es alérgica a un alimento determinado. En el caso del pescado, como hay tantas variedades, hay quienes reaccionan ante unas, y no a todas. Otros no pueden consumir ningún tipo de pescado ni mariscos.
Al hacer compras, revisa las etiquetas detenidamente. Conoce los ingredientes y sus nombres científicos.
Si comes algún alimento que te genera un brote u otra reacción, es muy importante consultar a un médico o especialista.
Si llega a presentarse una anafilaxis -la reacción más grave de una alergia- debes ir urgentemente a un centro médico. En este caso, puedes ver que la piel se pone roja, tener hormigueo en la lengua, mareo y hasta sensación de ahogo o respiración entrecortada. Puede haber estornudos, calambres, vómito, diarrea y pérdida de conocimiento.
Esos síntomas se tratan en el hospital con epinefrina inyectable, antihistamínicos y otras alternativas.
Fuentes: Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología y Francisco Leal, alergista.

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