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Recomendaciones para que los más pequeños practiquen los buenos modales
(Thinkstock)
Por SALMA NOLOC / Especial El Nuevo Día
Cómo se comportan y lo que dicen los niños a la hora de comer es realmente el preámbulo de cómo será la experiencia. No es un secreto que en nuestra sociedad todo se celebra con comida, por lo que los buenos modales al comer son esenciales. Hay unos elementos básicos que le sirven de guía a los niños. Si los entienden y los ponen en práctica, todo será más fácil:
• Siempre se llega a la mesa con las manos y la cara limpia.
• La servilleta siempre se pone en la falda al sentarse.
• Se comienza a comer, una vez todos los sentados en la mesa comiencen a comer.
• Debe estar sentado derecho (espalda contra espaldar) y los pies van siempre en dirección hacia abajo, aunque no le lleguen al piso.
• Los codos nunca van en la mesa cuando tiene un cubierto, vaso o comida en la mano.
• No se sopla la comida para enfriarla.
• Se mastica con la boca cerrada y no se habla con la boca llena.
• Nunca se pone un pedazo de comida tan grande, que le deforme la cara. Más allá de ser de mal gusto, se puede ahogar.
• Nunca se critica la comida, pues esto ofende a quien la cocinó.
• No se hacen ruidos extraños en la mesa (erutos o gárgaras con refrescos), ni se juega con la comida (usar las papas fritas como palo de golf o soplar burbujas con el sorbeto).
• El plato siempre permanence en su lugar aún cuando termine su comida.
• Siempre se agradece a la persona que cocinó o invitó a la comida. Además, es esencial ayudar a recoger la mesa.
Estos elementos básicos ayudarán a tus niños a mostrar cortesía fuera de la casa, pues los modales no deben dejarlos olvidados.
La mesa de comer es más importante de lo piensas. Permite que los niños sacien su hambre, aprenda auto control, valores familiares y que disfruten la experiencia de conversar y compartir. Esta destreza social se puede desarrollar con tiempo y paciencia. La clave es dar instrucciones claras, recordatorios constantes y modelar la conducta que se espera de ellos.
• Siempre se llega a la mesa con las manos y la cara limpia.
• La servilleta siempre se pone en la falda al sentarse.
• Se comienza a comer, una vez todos los sentados en la mesa comiencen a comer.
• Debe estar sentado derecho (espalda contra espaldar) y los pies van siempre en dirección hacia abajo, aunque no le lleguen al piso.
• Los codos nunca van en la mesa cuando tiene un cubierto, vaso o comida en la mano.
• No se sopla la comida para enfriarla.
• Se mastica con la boca cerrada y no se habla con la boca llena.
• Nunca se pone un pedazo de comida tan grande, que le deforme la cara. Más allá de ser de mal gusto, se puede ahogar.
• Nunca se critica la comida, pues esto ofende a quien la cocinó.
• No se hacen ruidos extraños en la mesa (erutos o gárgaras con refrescos), ni se juega con la comida (usar las papas fritas como palo de golf o soplar burbujas con el sorbeto).
• El plato siempre permanence en su lugar aún cuando termine su comida.
• Siempre se agradece a la persona que cocinó o invitó a la comida. Además, es esencial ayudar a recoger la mesa.
Estos elementos básicos ayudarán a tus niños a mostrar cortesía fuera de la casa, pues los modales no deben dejarlos olvidados.
La mesa de comer es más importante de lo piensas. Permite que los niños sacien su hambre, aprenda auto control, valores familiares y que disfruten la experiencia de conversar y compartir. Esta destreza social se puede desarrollar con tiempo y paciencia. La clave es dar instrucciones claras, recordatorios constantes y modelar la conducta que se espera de ellos.
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