lunes, 26 de agosto de 2013


Como ser el invitado perfecto

 

Los modales perfectos son, en la mayoría de las ocasiones, fruto de las más básicas normas de educación y de una gran dosis de sentido común. Es de pésima educación la falta de puntualidad. Además, hoy en día existen los móviles. Si se va a llegar tarde, hay que avisar al anfitrión de la demora.

Cuando se entre en la casa, no hay que dejar de sonreir. La sonrisa es la base de la cortesía. Hay que mantenerla en el rostro desde el primer momento aunque no se debe exagerar ya que puede convertirse en una mueca falsa. Lo más indicado es mostrarse relajado y natural.

Al recibir la invitación, hay que confirmar la asistencia lo antes posible. En caso de no poder asistir, es preciso comunicarlo para que los anfitriones sepan a que atenerse respecto al número de invitados. Otro consejo fundamental, informarse discretamente- si no se especifíca en la nota- acerca de la vestimenta que se debe llevar a la cita.

Siempre es agradable para la anfitriona recibir un pequeño detalle de agradecimiento de parte de sus invitados. Lo más apropiado suele ser una botella de vino o unos dulces.

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